domingo, 26 de septiembre de 2010

Expresionismo

por Giovanna Odaí Borjas Mata

Movimiento estético, complejo y bastante difícil de precisar que floreció en Europa, especialmente en Alemania, a principios del siglo XX, cuya autoría intelectual pocas personas lo siguen, se caracterizó por la expresividad anímica y subjetiva del arte, como reacción frente a la sensorialidad del impresionismo y el positivo de fines de siglo XIX. Louis Corinth en la XXII Exposición de la Secesión en 1911, comentó que el termino expresionismo se daría como sinónimo de arte moderno.

El Expresionismo se caracterizó como una obra de arte, independiente de la época que se produzca, esta antepone la expresividad al código formal. Ocupando tal vez solo una delimitada y muy corta etapa de su desarrollo artístico global. Según Wassily Kandisk su etapa expresionista que dura hasta 1914, lo condujo paso a paso a la pintura abstracta. Pero por otro lado en la fundación de la Bauhaus en 1919 se estaba influido el lenguaje expresionismo.

Históricamente el expresionismo arquitectónico se enmarca en el contexto de la revolución alemana de noviembre (1918) que da nacimiento a la República de Weimar, confluyendo en ella la vanguardia y la utopía, aunque puede hacerse referencia a un protoexpresionismo evidente en arquitectura industrial en relación con los proyectos y realizaciones de Behrens para la AEG de Berlín y los de Poelzig en Poznan.

La arquitectura tuvo representación en el expresionismo principalmente a través de la obra de Hans Poelzig, Erick Mendelsohn, Max Berg y Bruno Tant, entre otros. Se expresa tanto en el movimiento y la deformación de la materia –en la Torre Einstein, en Postsdam–, como en la escala cuasi pesadillesca y las columnas óseas –en el Jarhunderthalle de Max Berg.

Quizás en ninguna expresión esta transición se pueda seguir en forma tan patente como en la música.

Se viven tiempos de revolución en Alemania, nacen las primeras asociaciones de arquitectos, artistas e intelectuales y se crean el Novembergruppe (Grupo de Noviembre) y el Arbeistrat für Kunst (Consejo de Trabajo para el Arte), que durará dos años y medio.

Uno de sus ideales difundido repetidamente, es el unir las artes bajo las alas de la arquitectura. Como líneas de actuación se plantean el trabajar fuera del mercado burgués e ir más allá de las escuelas tradicionales. Estos grupos de trabajo son de gran interés histórico-sociológico, pero gran parte de su documentación fue destruida por los nazis.

En 1905 la fundación de la comunidad artística Die Brucke (El Puente) que era la unión de artistas que trabajan y temporalmente viven juntos, primero se mantiene su base en Dresde para después moverse a Berlín, preocupándose solo de plasmar por medio de imágenes las experiencias sensoriales y las impresiones visuales de la vida cotidiana; en 1912 con el Jinete Azul, se manifiesta de forma diferente porque eran mucho más intelectuales, con declaraciones escritas y manifiestos; y en 1920 el fin de los disturbios revolucionarios de la postguerra que son lo que marcan el inicio y fin del movimiento en Alemania.

Bruno Taut, colabora con el grupo que trabaja voluntaria y deliberadamente en el plano de la utopía, ya que él mismo declara “Hoy no hay nada que hacer. No tenemos ladrillos ni cemento. No hay trabajo para el arquitecto; en consecuencia es el momento de trabajar en serio. Es el momento de no ser manipulados profesionalmente, pero es el momento de crear cultura”. A los arquitectos se les puede acusar de no haber producido obras, pero no se les puede negar el mérito de haber creado cultura arquitectónica, que sí tendrá gran importancia en la segunda parte de la República de Weimar, cuando, gracias a los créditos norteamericanos, se pueden empezar a construir barrios de tipo popular.

Imágenes:

Fotograma del Gabinete del doctor Caligari (1920), Robert Wiene.
Torre Einstein (1921), Erich Mendelsohn.
Glashaus (1914), Bruno Taut.

Bibliografía:
Stroeter, Joâo Rodolfo (1994). Teorías sobre la Arquitectura. México: Trillas.
Elger, D; Taschen, B. (1991). Expresionismo, Una
Revolución Artística Alemana. Alemania, Taschen.

jueves, 16 de septiembre de 2010

¿Hay clases?

Hola queridos compañeros de Teoría II.

¿Alguien sabe si el viernes es suspensión oficial o si nos abrirán la escuela?

Favor de comunicarse a través de este medio o a mi dirección electronica.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Gira ¡Viva México!

http://www.vivamexicofilm.com/

Sábado 11 de septiembre, 2 funciones: 15 H y 19 H Café el 8vo Arte Vicente Guerrero 620, Centro

No dejen de asistir…muy buena, absolutamente relevante en el contexto actual.

martes, 7 de septiembre de 2010

Deutsche Werkbund: Muthesius, Behrens, Tessenow

por Mariana Torres Salomao

El movimiento internacional de reforma de la arquitectura y de las artes industriales coincidió en Alemania con unas especiales circunstancias históricas. Durante la segunda mitad del siglo XVIII, pretendían oponerse a la hegemonía cultural francesa y al universalismo de la ilustración. Estaban en la búsqueda de una identidad cultural, reafirmada durante las guerras napoleónicas.

La modernización aumentó su ritmo tras la unificación, en 1871, de los numerosos estados de Alemania para formar el Imperio Alemán. A diferencia del resto de Europa, en Alemania la ideología latente era la del Volk (pueblo, nación), es decir, en Alemania la reforma artística estuvo desde el principio profundamente implicada en la cuestión de la identidad nacional.

Y es así que desde 1900 Alemania se halla en el centro de la cultura arquitectónica europea, ya que los teóricos y artistas de vanguardia consiguen, con relativa facilidad, dar clases en las escuelas estatales, dirigir las revistas más importantes, orientan las grandes editoriales, organizan exposiciones, influyen ampliamente en la producción industrial y también, en cierta medida, en la política cultural del gobierno, como Muthesius, creador de la Dutsche Werkbund junto con Friedrich Naumann. Alemania da un paso gigantesco a la “modernidad” en comparación con el resto de Europa que poco a poco se va quedando un poco resagado.

La Dutsche Werkbund fue el principal impulso de la reforma artística y cultural. Nació a partir del movimiento alemán de artes y oficios. Se fundó en Munich en 1907 para consolidar esas diversas iniciativas y acelerar la integración del arte y la industria a escala nacional. Su finalidad –dice su estatuto- es ennoblecer el trabajo artesano, relacionándolo con el arte y con la industria.

La Werkbund se posicionó a favor de los artículos de alta calidad para el consumo masivo: “Mucha gente no tiene dinero para contratar artistas y, en consecuencia, muchos productos acabarán fabricándose en serie; para este grave problema, la única solución es dotar de significado y espíritu, por medios artísticos, a esa producción en serie”. Es decir resaltaba la necesidad de acortar las distancias que se habían establecido entre los artistas y los fabricantes con la producción mecanizada.

Muthesius se encuentra estrechamente relacionado con la idea de Gestalt. Se le llama Gestalt a la forma. Y este concepto surge de la necesidad de incorporar la máquina a los principios artísticos del Arts & Crafts, en el cual se tomaba al artista como alguien que –daba forma-. Así en un congreso del Werkbund, el escultor Bosselt presentó el concepto de Gestalt, y lo reafirmó Muthesius, sosteniendo que la Gestalt debía tener prioridad sobre la función, el material y la técnica.

Así relacionado con esta idea de Gestalt, Muthesius establece el concepto de Typisierung (tipificación), es decir el establecimiento de formas estándar o típicas.

Decía que sólo mediante la tipificación “la arquitectura puede recuperar el antiguo significado general que le correspondió en épocas de cultura armónica”.

Para muchos de la Werkbund la degeneración del gusto moderno no se debía a la máquina como tal, sino al desorden cultural causado por el funcionamiento del mercado y al efecto desestabilizador de la moda. Buscaban crear un cierto equivalente moderno de los gremios medievales.

El Typisierung de Muthesius fue severamente criticado, especialmente por Henry Van de Velde. Así surgieron 2 grupos contrarios, ambos creían que, en las condiciones de la producción mecanizada, la división del trabajo había apartado la técnica del arte y que era necesario reintroducir al artista en el proceso de producción. Sin embargo, diferían en su interpretación del papel del artista. La postura de Muthesius parece progresista, pero la concepción de Van de Velde era más moderna. Muthesius es apreciado por la fusión de dos ideologías; una, burocrática y nacionalista; y la otra, de voluntad clasicista y normativa.


De estos dos bandos, surge una batalla entre el concepto de tipo defendido por Muthesius y la espontaneidad exigida por Van de Velde. Del grupo clasicista, tenemos a Heinrich Tessenow y a Peter Behrens. Ellos dos serían comparados con Gropius, quien mantenía una postura intermedia entre ambos grupos.

Tessenow se preocupaba principalmente por el problema de la vivienda colectiva y el problema de la repetición. Sus proyectos se apoyaban en una teoría social que idealizaba la pequeña burguesía como fundamento del tradicional orden social alemán. Rechazaba la civilización industrial casi tan extremamente como Ruskin.

Behrens se interesó por las implicaciones místico-simbólicas de la geometría. Esto originó su rechazo del Jugendstil a favor del clasicismo, paso que se produjo en paralelo a la aparición de la idea de Gestalt dentro de la Werkbund. Él trabajo en la fábrica de turbinas de la AEG en Berlín, en la cual fue responsable de todo el trabajo de diseño de la misma, lo que incluía logotipos, productos de consumo y edificios: un perfecto ejemplo de ese ideal formulado por Muthesius de la colaboración entre el artista y la gran industria. Beherns fue la figura clave para comprender este momento esencial en la historia de la arquitectura, como ejemplo del trabajo práctico.

Imágenes:
Casa Freudenberg (1907-1908) de Muthesius
Caricatura de van de Velde, Muthesius y artesano (?)(?)
Prototipo para casa de trabajadores (1908) Tessen
ow
Cartel para la AEG (1908) Behrens

Referencias:
Benévolo, Leonardo. Historia de la Arquitectura Moderna. Barcelona, GG, 1990 (6ª ed.).
Colquhoun, Alan. La arquitectura moderna. Una historia desapasionada. Barcelona, GG. 2005.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Raumplan vs. Planta libre

Risselada, Max (ed.). Raumplan versus Plan Libre: Adolph Loos / Le Corbusier. Rotterdam, 010, 2008.

Originalmente publicado como catálogo para acompañar la exhibición del mismo nombre en 1987, esta nueva edición reexamina los respectivos méritos de dos gigantes de la Arquitectura Moderna, Adolf Loos y Le Corbusier. Presentando escritos de los dos arquitectos, el libro ilustra su respectiva evolución, mediante referencias detalladas a sus proyectos domésticos. Desde la Casa Strasser (1919) hasta la Casa Last (1932), y de la Maison Domino (1915) a la Ville Savoye (1932). Contiene contribuciones de Beatriz Colomina, Jan de Heer y Max Risselada, entre otros.

Como me gustaría poder leer este libro. Para darnos una idea del pique...