Una breve introducción al steam-punk es posible desde páginas como Wikipedia. Lo que resulta interesante de esta linea cultural es su reflexión sobre el efecto de la tecnología en nuestra vida.
¿Hasta que punto la arquitectura depende de los medios tecnológicos y de producción de su época? ¿Hasta que punto las herramientas que utilizamos en nuestra vida cotidiana determinan nuestra forma de vivir y habitar?
Echenle un ojo al trailer de Steamboy:
De la misma forma que el steampunk reelabora la estética y técnica del siglo XIX desde el conocimiento de la tecnología del siglo XX y XXI. Viollet-le-duc propone una reinterpretación del gótico francés desde la comprensión de la unidad estilística desde la construcción de su época.
Así sus resultados reúnen los avances ingenieríles del XIX con la sinceridad constructiva y formal de las grandes catedrales del alto medievo. Esa revisión no sólo inaugura una comprensión nueva de la historia de la arquitectura, sino que sienta las bases de conceptos clave para el posterior movimiento moderno.
Gaudí es otro claro ejemplo de re-elaboración histórico-técnica.
ResponderEliminarGaudí me parece un genio, aunque si me deja algo intranquilo el hecho de su revaloración de los estilos antiguos, si bien al combinarlos con las teccnicas de su tiempo los llevo a interpretaciones de una complejidad impresionante ¿hasta que punto sería correcto rascar en el pasado?, es algo que me gustaría hacer, pero llevar algo así correctamente me parece cómo ir por el filo de un chuchillo.....
ResponderEliminarcreo que una de las condiciones de la contemporaneidad es el pensar la historia de la cultura como algo mucho menos lineal y cronológica que, por ejemplo, el siglo XIX. Me parece que la obsesión por el Zeitgeist (espíritu del tiempo) ya no es tan fuerte como a principios del XX. Después de los 70 esta claro que la cultura no tiene quiebres tan marcados como le gustaba pensar a los historiadores del pasado reciente, por el contrario, esta determinado por continuidades, retrocesos, retornos, avances, fracturas, bifurcaciones, y un largo etc. El pensar que el pasado puede ser utilizado como fuente de inspiración para el presente, no es algo malo per se, muchas cosas del pasado siguen vigentes y otras tanto merecen nuevas miradas. Lo interesante, creo yo, es ver el resultado de la síntesis entre esos parches culturales del pasado y los del presente.
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